lunes, 25 de julio de 2011

CAP. 6

A la mañana siguiente, _____ se despertó tensa. Miró el reloj y vio que eran las ocho. Había dormido bastante. Pero por el estado de las sábanas, estaba claro que había pasado una noche bastante agitada.
No se había sentido tan mal desde el funeral de Bill, con lo cual estaba claro que se debía más a su estado emocional, que al físico.
Poco a poco se fue dando cuenta de ello. Se sentía deprimida Terriblemente sola.
No. Sola no. Solitaria.
Ni siquiera la hacía sentirse mejor pensar en el hijo que llevaba dentro de ella. Faltaban todavía cinco meses para que naciera aquel niño, o niña. _____ estaba segura de que iba a disfrutar siendo madre, pero por el momento no tenía niño alguno al que pudiera abrazar.
En aquel momento, tan sólo era una pobre chica desvalida, que había perdido al hombre al que amaba, que se acababa de casar con el hermano de éste, y que justo en ese momento deseaba de todo corazón no haberlo hecho.
Tendría que haberse negado, a pesar de la promesa que le hizo Tom a Bill. Tendría que haber seguido viviendo su vida, hacer las cosas a su manera. Pero se dejó llevar y aceptó, sin oponer resistencia. Dejó que el hermano de Bill tomara todas las decisiones por ella.
_____, no obstante, sabía que ella no era tan sumisa, como Tom pudiera pensar. A pesar de que casi nunca explotaba de la manera que lo hizo el día anterior, sí era bastante tozuda, como su padrastro había descubierto. Por eso era por lo que la asustaba su reacción cada vez que estaba con Tom. Era un testimonio claro de su personalidad, que ella se derrumbara en su presencia, cediendo a sus exigencias sin pestañear.
_____ se consoló un poco, pensando que él había dicho que se iba a separar de ella, tan pronto naciera el niño. Y también que iba a comprar una casa para que ella pudiera hacer su vida. Estaría mucho mejor alejada de aquel hombre. Además, lo que pasó la noche anterior, en las escaleras, era una preocupación más.
Tom no era como Bill y, a pesar de que no lo consideraba un posible violador, el incidente en las escaleras la demostraba que no era tan frío como ella hubiera pensado en un primer momento. No había nada frío y calculador en el hombre que la había estado abrazando y acariciando el pelo. Para nada. Sólo de pensarlo sentía un cosquilleo en el estómago. No iba a ser nada fácil estar frente a él otra vez.
Echó para atrás las sábanas y se levantó. No obstante no tendría que preocuparse de nada hasta la tarde. A aquellas horas, un lunes por la mañana, Tom estaría en su oficina de Sydney, pensando en sus negocios y dándole órdenes a Wilma.
Aquel hombre disfrutaba trabajando, decidió _____ mientras se metía en el baño para darse una ducha rápida. Todo el tiempo estaba trabajando. Desde las ocho a las seis de la tarde, seis días a la semana. Llegaba a casa a las siete, cenaba a las siete y media, y se metía en su estudio a trabajar. Cuando ella se iba a la cama, la luz seguía encendida. No entendía, cómo podía trabajar tanto. El domingo era el único día que descansaba, y normalmente lo pasaba jugando al golf.
Cuando media hora más tarde, estaba ya lista para bajar, _____ se sintió mucho mejor. Después de todo, podría estar peor. Algunas mujeres devolvían todas las mañanas, en los primeros meses de embarazo.
Incluso había veces que se olvidaba de que estaba embarazada, en especial cuando se ponía algún vestido suelto, como el que llevaba en aquel momento. Quizá cuando el niño se empezara a mover, sería diferente. Pero hasta aquel momento, lo único que se le notaba era un poco de barriga y los pechos un poquito más grandes.
La casa estaba en silencio. Pero Kaulitz Hall, casi siempre estaba en silencio. Las gruesas paredes y las pesadas puertas de madera impedían oír el ruido de las otras habitaciones.
Cuando _____ llegó allí por primera vez, se quedó impresionada por la grandiosidad de la casa y sus alrededores. Desde entonces se había dado cuenta de que todas las casas de la vecindad eran iguales, tanto en tamaño, como en estilo. Algunas incluso más grandes y opulentas.
Tarramurra era uno de los barrios acaudalados de Sydney, en el que la mayoría de las casas habían sido construidas antes de la guerra.
Cuando le pidió a Maud que le contara la historia de Kaulitz Hall, el ama de llaves le había dicho que había sido construida en los años treinta por el tío abuelo de Tom, y que el padre de Tom la había heredado porque su tío no tuvo descendencia. Era una casa de dos pisos, de estilo victoriano, que simone había reformado y decorado a su gusto.
simone era la que tenía el poder de hacer y deshacer en aquella casa, hasta su muerte. Algo que le había dejado a su hijo bastante claro cuando retiró de las paredes todos los cuadros que había, para poner los que había traído _____ de Bill.
_____ se sintió tensa ante aquel incidente, ya que lo que menos deseaba era ser la causa de un desacuerdo familiar. En aquel momento tachó a Tom de insensible y de no tener compasión. Pero a la luz de otros incidentes y comentarios, se sentía más de acuerdo con él. Después de todo, los cuadros no eran nada buenos.
_____ se quedó paralizada, cuando se dio cuenta de la forma que estaba analizando el talento de Bill. O la falta del mismo.
Durante unos segundos, se sintió desleal. ¿Cuántas horas había pasado alabando su trabajo? ¿Cuántas veces le había repetido que algún día sería famoso, que su trabajo estaría expuesto en galerías o en las paredes de las casas de los millonarios?¿Es que le había mentido?
No, pensó, dando un suspiro. No había mentido. Hasta que llegó allí, a Kaulitz Hall, y vio los cuadros que había puestos en las paredes, no se dio cuenta de que la obra de Bill carecía de talento. Sus cuadros eran mediocres, un trabajo de aficionado, cuando se comparaba con la obra de un buen pintor.
_____ frunció el ceño. ¿Había sido Bill consciente de ello? ¿Lo sabía cuando le sonreía y movía la cabeza, de aquella manera, sonriéndole con cierta tristeza? ¿Sabía que no era un buen pintor, que no era bueno en nada, a excepción de hacerse querer?
Los ojos se le llenaron de lágrimas.
Oh, Bill...
Por unos segundos, _____ se dejó llevar por los recuerdos, antes de impacientarse y decirse a sí misma que no podía seguir actuando de aquella manera.
Cuando consiguió estar un poco más tranquila, se dio la vuelta y siguió bajando por la escalera, pasó al lado de varias puertas que estaban cerradas, y se dirigió hacia la cocina.
La cocina estaba en la parte de atrás del piso bajo, y era el lugar más bullicioso de la casa. Era donde se celebraban las fiestas, se comía, se veía la televisión y se buscaba compañía. Era un sitio amplio y soleado, que a _____ le encantaba.
_____ abrió la puerta y vio que sólo estaba Maud. Durante un segundo temió que pudiera estar Tom, que se hubiera quedado por alguna razón. Pero parecía que la boda del día anterior, no iba a cambiar su rutina diaria, lo cual no dejaba de alegrarla. En las pocas semanas que llevaba viviendo en Kaulitz Hall se dio cuenta de que su presencia cambiaba la atmósfera de la casa. El entorno se cargaba de tensión. simone se encerraba en sí misma más que de costumbre y Maud, que era un cielo de mujer, empezaba incluso a gruñir, sobre todo cuando se dirigía a Tom.
Cuando entró, Maud se dio la vuelta y le sonrió.
-Se te han pegado las sábanas, ¿no?
_____ le devolvió la sonrisa.
-Sí, me he quedado dormida. ¿Se ha levantado simone?
-Sí, está en la salita, leyendo el periódico.
-Entonces la dejaré tranquila -simone se podía pasar la mañana leyendo los periódicos de cabo a rabo y luego hacía los crucigramas. Incluso el del Herald, que era el más difícil de todos. A veces les preguntaba a Maud o a ella algo, pero eran incapaces de ayudarla.
Otras veces se lo preguntaba a Tom, cuando volvía por la tarde, y él le daba la respuesta correcta a los pocos segundos. Una vez, él mismo rellenó los cuadros, que su madre había dejado en blanco. Cuando lo vio simone, le regaño y le dijo que le había estropeado aquella página, poniendo aquellas letras tan grandes, igual que hacía su padre.
Al recordar aquel incidente, _____ frunció el ceño de nuevo. ¿Por qué Tom siempre aparecía como el malo de la película? Bill había sido el hijo más perjudicado. Tom lo tenía todo. Era guapo, inteligente, buen estudiante, un atleta. Tenía un montón de chicas que suspiraban por él. Su padre le había adorado.
¿Qué importaba si su madre no le había querido tanto como a Bill? ¿Qué más daba que se hubiera tenido que casar con una mujer para que el hijo de su hermano pudiera llevar un apellido?
_____ empezó a sentir pena por él. Pero no era pena exactamente, era otro sentimiento.
-¿Qué tal estaba Tom esta mañana? -preguntó a Maud, de forma tan brusca, que la mujer se sobresaltó.
-¿Por qué me lo preguntas?
_____ se encogió de hombros.
-No sé -le contestó.
-Pues no tenía muy buen aspecto. Parecía que tenía resaca.
-¿Resaca?
Maud asintió.
-Ha estado pegándole a la botella últimamente. Desde que murió Bill. Hizo lo mismo cuando esa mujer lo dejó por un productor de cine.
-¿Qué productor de cine? -preguntó _____, ansiosa por saber más cosas sobre el matrimonio de Tom.
-Un americano cazatalentos, que cayó por aquí. Se fue a los Estados Unidos con él. Charmaine siempre tuvo aspiraciones artísticas, aunque si quieres que te diga la verdad, no valía nada. Tenía buen tipo, sin embargo. La cara podía pasar, pero el pelo se veía que lo tenía teñido. Incluso los pechos eran postizos. ¿Quién sabe, hoy día?
-¿Cuánto tiempo estuvo Tom casado con ella?
-Sólo dos años. La verdad, no creo que estuviera muy en sus cabales cuando se juntó con esa mujerzuela. Su padre acababa de morir, Bill había desaparecido, y él se pasaba las veinticuatro horas del día intentando sacar a flote la empresa, cuando la conoció. El pobrecillo no tuvo otra opción.
_____ se quedó sorprendida por aquella inesperada comprensión que Maud mostraba por Tom.
Siempre había pensado que a Maud no le gustaba mucho su jefe.
-¿La amaba? -le preguntó.
-Estaba loco por ella, el muy tonto.
-Oh...
-Esa mujer se pasaba horas y horas arreglándose, bañándose, perfumándose, y en la cama con Tom desde que éste ponía el pie en casa. Era muy desagradable ver la forma en que lo engatusaba.
Le hizo creer que era todo para ella, pero de pronto lo dejó en la estacada.
_____ hizo un gestó de dolor.
-Así es como su madre y yo nos sentimos -dijo Maud-. Pero no podíamos decir nada en contra de ella.
El amor es ciego. O mejor, la lujuria. Tom es como su padre en ese aspecto. Henry era un hombre muy activo físicamente, también. A lo mejor no está bien que diga esto, pero el padre de Tom no era precisamente un marido muy fiel. Simone pretendía no saberlo, pero estoy segura de que se daba cuenta. Ella...
El teléfono interrumpió los cotilleos de Maud. _____ se sintió aliviada. La verdad era que no le apetecía oír los detalles personales y privados del matrimonio de Ivy, aunque lo que le había dicho de la primera mujer de Tom le fue de gran ayuda. ¡Vaya mujer más mala!
-Kaulitz Hall -contestó Maud-. Hola Wilma. ¿Sí? ¿Cuánto tiempo? ¿Dónde? Ya. Estaré lista. Hasta luego.
-Hablando del rey de Roma... -murmuró Maud.
-¿Qué ocurre?
-Que tengo que hacer las maletas para el señor de la mansión -le informó Maud-. Wilma viene a recogerlas. Se va un par de días de viaje.
-¿De viaje?
-Sí, se va a Gold Coast esta tarde. Un viaje de negocios. Eso es lo que dice -murmuró.
_____ guardó silencio, sabiendo que lo que Maud había querido decir con aquella última frase era con toda probabilidad, la razón de su viaje. No era un viaje de negocios. Se iba para satisfacer su frustración sexual, que había sido la causa de lo que había ocurrido la noche anterior. La lógica le decía que estaba haciendo lo que tenía que hacer, lo más discreto. No tenía ninguna razón para estar enfadada por ello.
¿Pero por qué lo estaba?
_____ decidió que no estaba enfadada. Una y otra vez, se repetía a sí misma, que lo que en realidad la irritaba era que Tom no hubiera venido a despedirse en persona. Podía haberse casado con ella por conveniencia, pero por lo menos se podía haber despedido, tanto de ella como de su madre. Aquel hombre era un descortés.
Durante el resto del día, _____ sintió una especie de resentimiento interior, especialmente al ver a Wilma entrar y salir como un torbellino. Su jefe la había ordenado que no se quedara de cháchara y que volviera lo antes que pudiera a la oficina. _____ empezó a plantearse otra vez si Tom no era una especie de máquina carente de sentimientos. Decidió que aquella necesidad sexual de la noche anterior, no tenía nada que ver con los sentimientos. Los sentimientos de verdad, procedían de la cabeza y del corazón. Y de lo que Jonathan sufría estaba de cintura para abajo.
_____ se sintió un tanto molesta al pensar en la forma que iba él a satisfacer aquellas necesidades.
¿Tendría una libreta con direcciones de chicas a las que podía visitar? ¿O se iría a un bar y se liaría con la primera que encontrara?
¡No sería capaz de pagar los servicios de una profesional! Aquella idea le revolvió el estómago.
Pero desechó la idea al instante. Tom no tenía necesidad de pagar los servicios de una profesional. Ni tampoco era un hombre que arriesgara su salud. Seguro que las mujeres con las que se iba tomaban las mismas precauciones al respecto que él. Sexo seguro, sería el nombre del juego.
Satisfacción mutua, era lo que buscaban.
Aquello la hizo sentirse un tanto intranquila.
Cuando llegó la hora de la comida, estaba tan nerviosa que decidió hacer algo de ejercicio físico para tranquilizarse un poco.
-¿Por qué no hacemos una limpieza total de la casa? -sugirió a Maud, mientras daba un mordisco al sandwich de queso-. Hace unos días me dijiste que siempre haces una limpieza general en el mes de septiembre. Como hace sol, si quieres puedo empezar a limpiar los cristales.
-Pero, por favor, _____. Yo te defendí para que hicieras algo en la casa, pero no estás como para subirte a escaleras, limpiar ventanas y cosas así. Y la verdad, yo estoy ya muy vieja para hacer ese tipo de cosas. Cada vez que tenemos que limpiar las persianas y las ventanas, llamamos a alguien.

XD SE IRA PONIENDO MAS INTERESANTE SE LOS JURO

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