miércoles, 20 de julio de 2011

CAP. 2

Ambos giraron la cabeza al mismo tiempo, y miraron hacia donde estaba la persona que había pronunciado aquella frase. simone Kaulitz estaba de pie, al final de la escalera, llevaba un vestido de color gris. Los estaba mirando con una expresión de preocupación en su cara.

-No pasa nada, madre -le respondió Tom, para tranquilizarla-. Perdona si te hemos hecho esperar.
-Parecía que estabais discutiendo -observó ella, cuando los dos bajaron y se colocaron a su lado, sobre la alfombra persa que adornaba el recibidor, alicatado en blanco y negro.
-_____ me estaba diciendo que me concederá el divorcio tan pronto nazca el niño -le informó su hijo-. Y yo le estaba diciendo que por mí no tiene que preocuparse y que se puede quedar el tiempo que quiera.
simone miró alarmada a _____.
-Pero cariño, ahora no es el momento de preocuparse por esas cosas. Incluso aunque Tom y tú os divorciarais, te puedes quedar a vivir aquí, porque nosotros cuidaremos de ti y del niño, como a Bill le hubiera gustado. Todos te queremos. ¿No es verdad, Tom? Eres la hija que yo nunca he tenido, y la hermana que Tom nunca tuvo. Dile que se tiene que quedar--

La ternura y calidez de simone la emocionaron, pero sólo tuvo que mirar a Tom para comprobar que él no compartía los sentimientos de su madre. La mirada que le dirigía carecía de afecto alguno. Para él, ella era como una carga que estaba obligado a soportar, una cruz que tenía que llevar a cuestas. La única esperanza era que con el tiempo sus sentimientos cambiaran. A lo mejor, cuando naciera su sobrino o sobrina, su actitud cambiara. Los niños tenían la virtud de derretir al más frío de los corazones. Y ella deseaba que Tom cambiase su actitud hacia ella. Era el hermano del hombre que más había amado. Lo único que quería era que el tío de su hijo, mostrara otra actitud hacia ella, que mostrara un poco de cariño, al menos. Pero para ser justos, tampoco él le gustaba mucho a ella. La hacía sentirse incómoda. No siempre hay una razón para que no te guste una persona. Puede ser una reacción instintiva. Desde que se conocieron, en la habitación del hospital donde ingresaron a Bill, Tom siempre mostró la misma actitud hacia ella. En aquel momento ella pensó que él estaba algo avergonzado porque los había encontrado abrazándose, pero al pensarlo mejor, se daba cuenta que había un cierto antagonismo entre ellos.

-Le acabo de decir a _____ que se puede quedar el tiempo que quiera -le informó a su madre, un poco impaciente-. Y que no hay prisa alguna para divorciarse. Pero lo que sí corre prisa, sin embargo, es la celebración de este matrimonio. El juez me ha dicho que tiene otra boda a las seis, así que lo mejores que no le hagamos esperar.--
El juez se sintió un poco más aliviado cuando los vio entrar a los tres en la sala donde se iba a celebrar la ceremonia. Detrás de ellos, entró el resto de los invitados. Wilma dirigió a Tom una mirada de reproche, que hizo sonreír a _____. Wilma no encajaba con el estereotipo de secretaria privada de un adinerado hombre de negocios. Ni era guapa, ni tampoco se mostraba solícita con su jefe. Era una mujer de unos cuarenta años, muy delgada y que opinaba de todo y además era muy puntillosa. Había sido la secretaria del padre, hasta su muerte. Después Tom la heredó, como heredó el negocio de la familia. Como Wilma misma decía, habían tenido una relación un tanto turbulenta al principio, pero al final habían logrado entenderse.
_____, sin embargo, se quedaba asombrada por la forma en que, a veces, Wilma se dirigía a su jefe.
Pero no parecía que ello importara lo más mínimo a Tom. _____ pensó que si ella hubiera sido su secretaria, y le hubiera contestado así, no habría durado un minuto. Wilma cambió su expresión cuando miró a _____. Sonrió y le dijo:

-Estás guapísima -_____ le devolvió la sonrisa, intentando mostrarle lo agradecida que estaba con aquellas palabras. Wilma se había convertido en su mejor amiga en tan sólo unas semanas. Si no hubiera sido por ella y por los consejos que le había dado, no habría podido soportar todo aquello. La mujer que estaba al lado de Wilma, también la había ayudado mucho. Maud había sido la ama de llaves de la casa, desde tiempos inmemoriales. Nadie sabía la edad que tenía. Posiblemente más de sesenta y cinco, aunque estaba muy ágil para la edad que tenía. Y era muy buena trabajadora. Al principio se había mostrado un tanto distante con _____, hasta que le dijo que no tenía intención de quedarse a vivir en casa de los Kaulitz como si fuera un parásito. Desde el primer día, insistió en hacerse su propia cama y arreglar su propia habitación, y ayudar en la casa en lo que podía. _____ tenía bastante experiencia en las labores del hogar, y no estaba dispuesta a quedarse como un mueble, sólo porque estuviera embarazada. Maud la había defendido, cuando Tom había expresado su opinión al respecto, diciendo que no debería hacer ningún esfuerzo, considerando el estado en que estaba.
FLASHBACK
-¡La chica está embarazada, no enferma! -le contestó Maud con la misma decisión que Wilma-.Cuando yo tuve a Jerry, estuve trabajando hasta que me llevaron al hospital. Si la chica está sana, nada malo le va a pasar. ¿Qué quieres que haga, que se quede sentada, mordiéndose las uñas todo el día?—
FINFLASHBACK
_____ en aquel momento se quedó atónita al ver el efecto que aquel reproche tuvo sobre Tom. Se quedó mudo, aunque su mirada decía un mundo. Miró a Maud con rabia y se marchó. _____ sintió curiosidad al ver la sonrisa de triunfo de Maud. Seguro que eso era lo que había hecho la ex mujer de Tom. ¿Qué otra persona hubiera podido provocarle aquella reacción?
_____ no pudo evitar pensar otra vez en la ex mujer de Tom, mientras estaba de píe, frente al juez que iba a celebrar la ceremonia. Lo único que sabía de la mujer de Tom era que hacía poco que se habían divorciado. ¿Sería guapa? ¿La habría amado de la misma manera que ella amaba a Bill? ¿Por qué se habrían divorciado?
Wilma le había comentado en un par de ocasiones que a Tom le había afectado mucho aquel divorcio. Incluso había sugerido que la culpa había sido de ella. A lo mejor era que había tenido alguna aventura amorosa... _____ no se podía imaginar que una mujer pudiera serle infiel a un hombre como Tom. ¿Quién se atrevería a ello? Le dirigió una mirada de reojo. Estaba tieso como una vela No había una línea de debilidad, ni en su cara ni en su cuerpo. _____ pensó que seguro que algunas mujeres se sentirían atraídas por ese tipo de hombres. Pero ella sólo se podía ver atraída por alguien que le demostrara un cierto grado de sensibilidad y compasión. Bill había sido todo sensibilidad y compasión. _____ recordaba perfectamente el día que se conocieron, cuando ella entró a trompicones, llorando, en el patio desierto que había al lado de la granja donde vivía. Se tiró en la hierba, debajo de un manzano y lloró y lloró hasta que no tuvo más lágrimas.
FLASHBACK
En aquel momento oyó la voz cálida de Bill.
-¿Qué te ha pasado, para llorar tanto? Anda, siéntate y cuéntamelo todo.
Al principio se había sentido asustada. Se levantó y estuvo a punto de echarse a correr. Pero por la expresión de la mirada de Bill, sentado en su banqueta, detrás de su caballete, no parecía que fuera una persona que acosara a las jovencitas. Tenía los ojos marrones, muy cálidos, con el cabello negro con un peculiar peinado y tenía una forma de mirar que alegraba el alma de cualquiera. Tom acusaba a su hermano de haber sido un soñador y un loco, pero para ella había sido un santo y su salvador. Se había enamorado de él desde el momento en que lo vio.
FINFLASHBACK
Cerró los ojos y trató de recobrar fuerzas. No tendría que haber empezado a pensar en Bill. Se mordió el labio, en un intento por apartar aquel pensamiento. Tom le puso una mano en el hombro, en el momento en que el juez empezó a hablar.
-Nos hemos reunido hoy aquí, en esta tarde maravillosa de septiembre, para celebrar el matrimonio entre Tom y _____...
Y continuó su discurso. _____ sintió odio por el hombre que estaba al lado de ella, con el brazo sobre sus hombros. El hombre que debería haber estado a su lado, era Bill, no aquel individuo sin corazón. Bill, tan romántico y cariñoso. Un hombre que la había enseñado muchas cosas. Le hablaba de música, de poesía y de literatura; le había enseñado un mundo que ella creía que no existía, un mundo que él siempre había amado, pero que siempre le habían negado. _____ no conocía casi nada del pasado de Bill, antes de que éste cayera enfermo. La señora Kaulitz, tampoco le había contado gran cosa, ya que bastante desconcertada estaba cuando se enteró de que su hijo estaba enfermo de cáncer. Wilma fue la que le ayudó a encajar las piezas del rompecabezas. El hijo mayor de Henry Kaulitz no había seguido los pasos de su padre, sino que había heredado la forma de ser de su madre, una mujer con un gusto más exquisito por el mundo de la cultura. De joven, Bill había querido convertirse en bailarín, luego en pintor. Pero su padre se rió de él y le dijo que aquello era cosa de mujeres.
Bill, como hijo mayor que era, se suponía tenía que seguir los pasos de su padre en el negocio familiar. Pero a él nunca le habían gustado los negocios inmobiliarios. Y no fue que se hubiera negado a satisfacer los deseos autocráticos de su padre. Lo había intentado, incluso hasta el punto de casarse con una de las hijas de otro magnate muy poderoso. Pero su incapacidad para darle un heredero había servido para acrecentar más su sentimiento de inadaptación a todo aquel ambiente. Cuando se marchó y abandonó a la familia y a su mujer, a los pocos días de la muerte de su padre, a nadie le extrañó lo más mínimo. Y a nadie le extrañó tampoco que fuera Tom el que se encargara de los negocios de los Kaulitz. Era la imagen viva de su padre, igual de ambicioso. A pesar de que el negocio se había beneficiado de la marcha de Bill, su madre no sentía lo mismo. simone había caído enferma de preocupación al no saber dónde estaba su hijo, o qué estaría haciendo. Tan sólo había recibido una carta, con un matasellos de Sydney, que envió a los pocos días de marcharse, diciendo que estaba bien y que no se preocuparan por él.
Tom había intentado averiguar su paradero, pero nunca había podido encontrarlo, desconociendo como desconocía que Bill cambió su apellido por el de Jones, y que estaba viviendo en una granja que había al lado de un pueblo minero llamado Lithgow, a unos ciento cincuenta kilómetros de Sydney. La felicidad que simone había sentido al ver de nuevo a Bill, había sido superada por el estado en que se quedó cuando se enteró de su enfermedad y su muerte. _____ pensó que dentro de cinco meses, cuando pusiera en brazos de simone al hijo de Bill, a lo mejor aquella mujer volvía a cobrar vida otra vez.
Un codazo en su costado la hizo volver a la realidad.
-Di sí -le dijo Tom al oído.
-Sí, sí -tartamudeó _____.
-Dios -oyó que Tom pronunciaba a su lado.
Tom dijo su sí, como si le estuvieran condenando a la horca. Cuando el juez dijo que los novios podían besarse, Solo lo miró con tono de preocupación a Tom. No quería que la besara, y no podía pensar en la forma de evitarlo. Todo el mundo sabía que aquel matrimonio era una farsa, pero el juez no. Tom tampoco se mostró muy decidido, pero al ver que no tenía otra alternativa, le puso las manos en los hombros e inclinó la cabeza. _____ se quedó helada al sentir sus labios en su boca, y más asombrada se quedó al comprobar la calidez de sus labios. Movió las pestañas, muy nerviosa y le tembló la boca. Él apartó los labios y la miró durante unos segundos. Había un brillo extraño en aquellos ojos marrones A continuación hizo algo que la dejó incluso más sorprendida.

La besó otra vez....

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